Como vimos en la anterior entrada de este blog, las TIC han provocado la expansión de la brecha digital, creando múltiples diferencias entre las sociedades de este mundo. Diferencias que se convierten en problemáticas considerables que nos hacen ver a las sociedades con menor acceso a las TIC como "analfabetos" o "incultos". Esto, como es normal, hay que cambiarlo. No se puede seguir con un mundo divido en dos: los que tienen y los que no tienen acceso a las Tenologías de la Información y la Comunicación, los que saben y los que no saben utilizarlas.
Por suerte, existen organizaciones, asociaciones, movimientos, que desean cambiar la situación causada por la existencia de la brecha digital. El MIT Media Laboratory ha creado un proyecto llamado "One Laptop Per Child". La iniciativa de esta organización es la venda de ordenadores portátiles de fácil uso a precios muy reducidos para los niños de los países en vías de desarrollo. La existencia de ordenadores portátiles para todos los niños es una buena idea por lo que al acceso a las TIC se refiere, y es importante pensar en que realmente el trasfondo de esta iniciativa es realmente la de que todo el mundo pueda tener acceso a la información. Otro de los aspectos favorables es que gracias a que los niños conozcan i puedan utilizar estas tecnologías de la información y la comunicación podrán hacer desaparecer (poco a poco) el "Digital Gap" o brecha digital nacida por la falta de recursos existentes en las diferentes sociedades subdesarroladas.
No obstante, "One Laptop Per Child" también ha recibido algunas críticas. Este proyecto, dicen, lo que quiere realmente es enriquecerse vendiéndolos a los gobiernos en paquetes de, como mínimo, diez mil unidades. Otro de los problemas es que al intentar venderse en países del primer mundo lo que ha sucedido es que el precio a aumentado hasta los casi 200 dólares (y no los aproximadamente 100 originales), con la excusa de que la iniciativa fuera "Compra uno y regala otro", es decir, comprar uno al precio de dos y con el dinero sobrante de una unidad destinarlo a un ordenador portátil para las niñas y niños de los países del tercer mundo.
Demos nuestro voto de confianza a este tipo de iniciativas (y no pensemos en si se van a enriquecer más de la cuenta o no) y esperemos que, en un futuro no muy lejano, la palabra brecha digital pueda ser olvidada por todos.
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